En la actualidad, cada vez más personas deciden ejercer su actividad profesional como autónomos o freelancers, especialmente en sectores como la tecnología, la comunicación, el diseño o la consultoría. En este contexto surge el concepto de trabajar por honorarios asimilables, una forma de relación laboral que, aunque no se considera empleo tradicional, otorga derechos y obligaciones similares a los de un contrato de trabajo. En este artículo exploraremos en profundidad qué implica esta modalidad laboral, cómo se diferencia de otros tipos de contrataciones y cuáles son sus ventajas y desventajas para los trabajadores.
¿Qué significa trabajar por honorarios asimilables?
Trabajar por honorarios asimilables implica que una persona presta sus servicios profesionales a una empresa u organización, generalmente de forma puntual o por proyectos, sin estar bajo un contrato de trabajo típico. Esta relación laboral se considera asimilable al contrato de trabajo por la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), lo que le da cierta protección social y laboral. A diferencia de los trabajadores por cuenta propia, los que trabajan por honorarios asimilables no son autónomos, pero tampoco son empleados a tiempo completo. Su situación es intermedia, con derechos y obligaciones que varían según el país.
Un aspecto clave es que el trabajador recibe un honorario, es decir, una remuneración fija por el servicio prestado, y no un salario mensual. Sin embargo, al estar considerado como trabajador asimilable, tiene acceso a prestaciones como la Seguridad Social, la posibilidad de acogerse a vacaciones, y en algunos casos, a cese de la actividad o indemnizaciones si se incumple el acuerdo.
Un dato histórico interesante es que esta figura laboral surgió en España como una solución para cubrir necesidades de empresas que requerían servicios puntuales sin contratar empleados a tiempo completo. Esto permitió a muchas personas tener estabilidad laboral sin estar atadas a un horario fijo o a una empresa específica.
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Diferencias entre honorarios asimilables y contratos de autónomos
Una de las confusiones más frecuentes es diferenciar entre trabajar por honorarios asimilables y ser autónomo. En el primer caso, el trabajador no se da de alta como autónomo, sino que presta servicios bajo una relación laboral asimilable, con lo que su actividad se considera por cuenta ajena. Por el contrario, los autónomos se dan de alta en el régimen de la Seguridad Social como trabajadores por cuenta propia, asumiendo todos los costes y responsabilidades asociados.
Además, los honorarios asimilables suelen estar regulados por convenios colectivos en ciertos sectores, lo que les aporta una cierta protección laboral. En cambio, los autónomos no están vinculados a un convenio colectivo y deben gestionar su cotización, impuestos y otros trámites por su cuenta.
Otra diferencia importante es que los trabajadores por honorarios asimilables no pueden ejercer la profesión por su cuenta ni llevar a cabo actividades paralelas, mientras que los autónomos sí pueden hacerlo siempre que estén dentro de su giro profesional.
Tipos de trabajadores que pueden acogerse a honorarios asimilables
Este régimen laboral es especialmente útil para profesionales que prestan servicios de forma temporal o puntual, como profesores, técnicos, intérpretes, traductores, diseñadores, consultores, entre otros. Además, también se puede aplicar a personas que realicen labores de apoyo en empresas, como secretarios, administrativos o tareas similares.
Un ejemplo práctico es un ingeniero que trabaja como consultor en diferentes proyectos, sin estar vinculado a una empresa en régimen de empleo. Este tipo de profesional puede acogerse a un contrato de honorarios asimilables, lo que le permite disfrutar de derechos laborales sin perder la flexibilidad de trabajar con distintas empresas.
Ejemplos de profesionales que trabajan por honorarios asimilables
Algunos de los sectores más comunes en los que se aplica el régimen de honorarios asimilables incluyen:
- Docentes y formadores que imparten clases en centros educativos privados o en empresas.
- Traductores y redactores que colaboran en proyectos específicos.
- Técnicos y especialistas que prestan servicios en sectores como la ingeniería, la arquitectura o la informática.
- Intérpretes que trabajan en eventos multilingües o en servicios de salud.
- Consultores en diferentes áreas, como marketing, recursos humanos o finanzas.
En estos casos, los profesionales suelen firmar un contrato por proyecto o por horas, y reciben un honorario acordado previamente. Esta modalidad es especialmente útil para empresas que necesitan personal con conocimientos específicos sin contratar empleados fijos.
Concepto legal y regulación de los honorarios asimilables
Desde el punto de vista legal, los honorarios asimilables están regulados en el artículo 14.1 del Real Decreto Legislativo 2/2015, que desarrolla la Ley de Contrato de Trabajo. Este artículo establece que ciertos trabajadores que prestan servicios bajo condiciones similares a las de un contrato de trabajo pueden ser considerados como trabajadores asimilables, otorgándoles ciertos derechos y obligaciones.
Entre los aspectos legales más importantes se incluyen:
- Cotización a la Seguridad Social: El trabajador debe cotizar en el régimen general, y el empresario también contribuye en ciertos porcentajes.
- Vacaciones y descansos: Aunque no se disfrutan vacaciones pagadas de forma automática, sí se reconoce un derecho a descanso proporcional al tiempo trabajado.
- Indemnizaciones: En caso de cese injustificado, el trabajador puede reclamar indemnizaciones similares a las de un trabajador asalariado.
- Horas de trabajo: Se establece un límite de horas laborales diarias y semanales, con obligación de respetar los descansos.
Ventajas y desventajas de trabajar por honorarios asimilables
Este régimen laboral aporta ciertas ventajas y desventajas, tanto para el trabajador como para la empresa. Algunas de las principales son:
Ventajas:
- Flexibilidad: El trabajador puede colaborar en distintos proyectos sin estar atado a una empresa fija.
- Derechos laborales: Aunque no es un contrato fijo, el trabajador tiene acceso a prestaciones como la Seguridad Social.
- Menos trámites burocráticos: Para el empresario, es más sencillo gestionar a trabajadores por honorarios que contratar empleados a tiempo completo.
- Costos reducidos: Las empresas ahorran en costes de contratación y en obligaciones como vacaciones o cese.
Desventajas:
- Inestabilidad: No hay garantía de continuidad laboral, lo que puede generar inseguridad.
- Limitaciones de horario: El trabajador no puede ejercer su profesión por cuenta propia ni llevar a cabo actividades paralelas.
- Menos prestaciones: A diferencia de un contrato fijo, no se disfrutan beneficios como la jubilación anticipada o bonificaciones por antigüedad.
- Dependencia del cliente: El trabajador puede verse afectado por cambios en la actividad del cliente o por incumplimientos en los pagos.
Cómo se gestiona la relación laboral bajo honorarios asimilables
La gestión de un contrato de honorarios asimilables implica varios pasos, tanto para el trabajador como para la empresa. A continuación, se detallan los aspectos más importantes:
- Acuerdo previo: Antes de comenzar la relación laboral, se debe firmar un contrato que especifique el servicio a prestar, el plazo de duración, las condiciones de pago y las obligaciones de ambas partes.
- Cotización a la Seguridad Social: El empresario es responsable de registrar al trabajador como asimilable y cotizar por él. El porcentaje de cotización varía según la categoría del trabajador y la duración del contrato.
- Pago del honorario: El trabajador recibe una remuneración única por el servicio prestado, que puede ser fijo o variable según el proyecto.
- Control de horas y rendimiento: Aunque no se establece un horario fijo, el empresario puede requerir informes o evaluaciones para medir la calidad del trabajo.
En resumen, este tipo de relación laboral exige una buena planificación por ambas partes para garantizar el cumplimiento de obligaciones legales y laborales.
¿Para qué sirve trabajar por honorarios asimilables?
Esta modalidad laboral sirve fundamentalmente para cubrir necesidades puntuales o temporales de una empresa sin incurrir en el coste de contratar empleados a tiempo completo. Por ejemplo, una empresa de marketing puede contratar a un diseñador gráfico por honorarios asimilables para un proyecto específico, sin necesidad de darle de alta como autónomo ni como empleado.
También es útil para profesionales que desean mantener su independencia pero necesitan cierta protección social y laboral. Por ejemplo, un traductor que trabaja con varias empresas puede acogerse a este régimen para garantizar su acceso a la Seguridad Social sin perder la flexibilidad de elegir sus clientes.
En resumen, los honorarios asimilables son una solución intermedia entre el trabajo autónomo y el empleo fijo, ideal para situaciones laborales específicas o de corta duración.
Otras formas de trabajo asimilable
Además de los honorarios asimilables, existen otras categorías de trabajadores asimilables según la normativa laboral. Algunas de las más comunes incluyen:
- Trabajadores asimilables a temporales: Se aplican en sectores con alta estacionalidad, como hostelería o agricultura.
- Trabajadores asimilables a los del hogar: Para trabajadores domésticos que cumplen ciertos requisitos.
- Trabajadores asimilables a los de cooperativas: En el caso de trabajadores que colaboran en empresas cooperativas.
- Trabajadores asimilables a los de espectáculos: Para artistas, actores y personas que trabajan en la industria cultural.
Cada una de estas categorías tiene sus propias normas de cotización, derechos y obligaciones, pero todas comparten la característica de estar consideradas como trabajadoras asimilables por la ley.
Cómo afectan los honorarios asimilables a la Seguridad Social
Los trabajadores por honorarios asimilables deben cotizar a la Seguridad Social, pero de forma diferente a los empleados fijos o a los autónomos. En este régimen, el empresario es responsable de la cotización del trabajador, lo que implica que el porcentaje aportado por la empresa es mayor que el de un empleado habitual.
El porcentaje de cotización varía según la base reguladora, que se calcula en función del honorario acordado. Por ejemplo, si el trabajador cobra un honorario de 1.000 euros, se aplicará una base reguladora que determinará el importe total de la cotización, que se divide entre el empresario y el trabajador.
Este sistema permite que el trabajador tenga acceso a prestaciones como la pensión, la jubilación o la prestación por cese de la actividad, aunque con ciertas limitaciones, especialmente si el tiempo de cotización es breve.
Significado y alcance de los honorarios asimilables
Los honorarios asimilables representan una forma de relación laboral híbrida, que combina ventajas de la contratación a través de honorarios con derechos laborales. Su alcance es amplio, ya que puede aplicarse a múltiples sectores y profesiones, siempre que las condiciones del trabajo sean similares a las de un contrato de trabajo.
El significado principal de este régimen es permitir a los trabajadores disfrutar de ciertos derechos laborales sin estar atados a una empresa de forma permanente. Al mismo tiempo, ofrece a las empresas una solución flexible para cubrir necesidades puntuales sin asumir la carga de contratar empleados fijos.
En el marco legal, los honorarios asimilables son una herramienta importante para adaptar el mercado laboral a las nuevas formas de trabajo, especialmente en sectores donde la flexibilidad es esencial.
¿Cuál es el origen de los honorarios asimilables?
La figura de los honorarios asimilables tiene sus raíces en la necesidad de adaptar la normativa laboral a nuevas formas de trabajo que surgieron especialmente en el siglo XX. En España, esta regulación se estableció con la entrada en vigor del Real Decreto Legislativo 2/2015, que reformuló la Ley de Contrato de Trabajo para incluir reglas más modernas y adaptadas al mercado laboral actual.
El objetivo principal fue crear un régimen laboral que permitiera a los trabajadores y a las empresas colaborar de manera puntual o temporal, sin perder derechos laborales ni incurrir en costes excesivos. Este régimen también respondía a la creciente demanda de servicios profesionales en sectores como la educación, la tecnología o la consultoría, donde la flexibilidad es clave.
Desde entonces, los honorarios asimilables se han convertido en una herramienta importante para la gestión de recursos humanos en empresas de todo tipo.
Otras formas de trabajar sin ser empleado
Además de los honorarios asimilables, existen otras formas de trabajar sin estar formalmente vinculado a una empresa como empleado. Algunas de las más comunes son:
- Trabajar como autónomo: Se da de alta en la Seguridad Social y se gestiona por cuenta propia.
- Trabajar por proyectos: Se firma un contrato por proyecto específico, sin horario fijo.
- Trabajar como freelance: Se colabora con varias empresas sin estar vinculado a ninguna de forma exclusiva.
- Trabajar por horas: Se cobra por cada hora trabajada, sin compromiso de permanencia.
Cada una de estas opciones tiene sus pros y contras, y la elección dependerá de las necesidades del trabajador y de la empresa. En algunos casos, el régimen de honorarios asimilables puede ser la mejor opción para equilibrar flexibilidad y protección laboral.
¿Cómo se calcula el honorario asimilable?
El cálculo del honorario asimilable depende de varios factores, como la duración del proyecto, la complejidad del servicio y la experiencia del trabajador. En general, el honorario se establece de forma previa entre ambas partes y se incluye en un contrato escrito.
Una vez acordado el importe, se calcula la base reguladora, que es el salario equivalente que se usará para determinar la cotización a la Seguridad Social. Este cálculo varía según el número de horas o días trabajados y el tipo de actividad.
Por ejemplo, si un trabajador presta servicios durante 10 días a razón de 8 horas diarias, y cobra un honorario de 1.000 euros, se calculará una base reguladora mensual para determinar su cotización. La empresa será responsable de pagar el porcentaje correspondiente, y el trabajador también aportará una parte.
Cómo usar los honorarios asimilables y ejemplos prácticos
Para aprovechar al máximo los honorarios asimilables, tanto el trabajador como la empresa deben seguir ciertos pasos. A continuación, se presentan algunos ejemplos prácticos:
- Contratación de un profesor por proyectos: Una academia contrata a un profesor de matemáticas para impartir clases durante tres meses. El profesor firma un contrato por honorarios asimilables, y la academia se encarga de la cotización y el pago mensual.
- Colaboración de un técnico en proyectos de ingeniería: Una empresa necesita un ingeniero para un proyecto específico de 6 meses. En lugar de contratarlo como empleado, firma un contrato de honorarios asimilables para reducir costes y evitar obligaciones laborales.
- Servicios de traducción para una empresa internacional: Una empresa que trabaja con clientes extranjeros contrata a un traductor por honorarios asimilables para realizar documentos legales. El traductor cobra por cada proyecto y cotiza a la Seguridad Social a través de la empresa.
En todos estos casos, el uso de honorarios asimilables permite una colaboración flexible y segura, con beneficios para ambas partes.
Cómo solicitar los derechos laborales como trabajador asimilable
Los trabajadores por honorarios asimilables tienen derecho a ciertas prestaciones laborales, pero también deben cumplir con ciertos requisitos para acceder a ellas. A continuación, se explican los pasos básicos para solicitar estos derechos:
- Registrar el contrato: El trabajador debe firmar un contrato escrito con la empresa que incluya las condiciones del honorario, el plazo de duración y las obligaciones de ambas partes.
- Cotizar a la Seguridad Social: Es responsabilidad de la empresa cotizar por el trabajador. El trabajador debe verificar que la empresa lo ha dado de alta correctamente.
- Acceder a prestaciones: Si el trabajador ha cotizado durante un período suficiente, puede solicitar prestaciones como la pensión, la jubilación o la prestación por cese de la actividad.
- Denunciar incumplimientos: En caso de que la empresa no cumpla con sus obligaciones, el trabajador puede presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo.
Seguir estos pasos es fundamental para garantizar que los derechos laborales se respetan y que el trabajador recibe las prestaciones a las que tiene derecho.
Recomendaciones para elegir entre honorarios asimilables y otros regímenes laborales
Antes de decidir por qué régimen laboral acogerse, es importante evaluar las necesidades tanto del trabajador como de la empresa. Algunas recomendaciones clave son:
- Elegir honorarios asimilables si: El trabajo es temporal, el servicio es puntual, y se quiere mantener cierta protección laboral.
- Elegir contratos de autónomos si: El trabajador quiere tener plena independencia y gestionar su actividad por cuenta propia.
- Elegir contratos fijos si: El trabajo es continuo y se necesita un horario establecido.
- Elegir contratos por horas si: El trabajo es esporádico y se prefiere flexibilidad sin compromiso a largo plazo.
Cada opción tiene ventajas y desventajas, y la elección dependerá del tipo de servicio, la duración del proyecto y las necesidades específicas de cada parte.
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