En un mundo donde la educación tradicional se enfrenta a los desafíos de la modernidad, surge una propuesta innovadora basada en la experiencia práctica: el concepto de aprender haciendo. Este enfoque no solo se centra en la teoría, sino en la acción directa del estudiante, permitiéndole construir conocimientos a través de la participación activa. Uno de los exponentes más destacados de esta filosofía es el reconocido educador colombiano don Luis Zambrano, quien ha dedicado su vida a promover el aprendizaje a través de la experimentación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas reales. Este artículo explorará en profundidad qué significa aprender haciendo según don Luis Zambrano, su impacto en la educación y cómo se aplica en la práctica.
¿Qué es aprender haciendo según don Luis Zambrano?
Según don Luis Zambrano, aprender haciendo no es simplemente una metodología educativa, sino una filosofía de vida. Este enfoque se basa en la premisa de que el conocimiento se construye a través de la acción, y que la mejor manera de entender algo es experimentarlo directamente. En su visión, el estudiante no es un receptor pasivo de información, sino un actor activo que debe involucrarse en proyectos reales, enfrentar desafíos y resolver problemas que tengan sentido en su contexto. Esta metodología fomenta la creatividad, la autonomía y la responsabilidad, convirtiendo al aprendizaje en un proceso dinámico y significativo.
Un dato interesante es que don Luis Zambrano fue uno de los primeros en introducir este enfoque en Colombia a través de su labor en el Colegio Andes y en diferentes proyectos comunitarios. Su trabajo no solo influyó en la educación formal, sino también en la educación popular y la formación de líderes sociales. Para él, el aprendizaje no debe estar limitado a los muros de una aula, sino que debe extenderse a la vida real, donde los conocimientos adquiridos pueden aplicarse de manera inmediata y efectiva.
Este enfoque también rompe con la idea de que el docente es el único que transmite conocimiento. En lugar de eso, el docente se convierte en un guía o facilitador que acompaña al estudiante en su proceso de descubrimiento. Esta relación pedagógica es clave para que el aprendizaje sea significativo y perdure en el tiempo.
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La importancia del aprendizaje activo en la formación del individuo
El aprendizaje activo, que es el núcleo del aprender haciendo, tiene un impacto profundo en la formación integral del individuo. A diferencia del aprendizaje pasivo, donde el estudiante solo recibe información, el aprendizaje activo implica participación, reflexión y acción. Esto permite que los conocimientos no se limiten a la memorización, sino que se internalicen y se relacionen con la experiencia personal del estudiante.
Por ejemplo, un estudiante que aprende sobre ecología a través de un proyecto comunitario de limpieza de un río no solo adquiere conocimientos teóricos, sino que también desarrolla habilidades prácticas, como el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la sensibilidad hacia el entorno. Estos aprendizajes no solo son académicos, sino también éticos y sociales, lo que refleja una educación más completa y transformadora.
Además, el aprendizaje activo ayuda a desarrollar una mentalidad de resiliencia. Al enfrentar desafíos reales, los estudiantes aprenden a manejar el fracaso, a ajustar estrategias y a perseverar ante las dificultades. Esta capacidad no solo es útil en la vida académica, sino también en el ámbito profesional y personal.
El rol del entorno en el aprendizaje activo
Un aspecto fundamental del aprender haciendo es el entorno en el que se desarrolla el proceso. Don Luis Zambrano enfatizaba que el contexto social, cultural y físico influye directamente en la forma en que se aprende. Por eso, el entorno debe ser considerado como un elemento activo en el proceso educativo. Un aula que se extiende a la comunidad, al campo o a la ciudad permite al estudiante conectar su aprendizaje con la realidad que le rodea.
En este sentido, el entorno no solo sirve como un escenario para aplicar conocimientos, sino también como un estímulo para generar preguntas, resolver problemas y construir soluciones. Esto implica que el docente debe planificar actividades que respondan a las necesidades reales del entorno y que permitan al estudiante aplicar lo que aprende en situaciones concretas.
Por ejemplo, un proyecto escolar sobre agricultura no solo puede incluir clases teóricas sobre el ciclo de los cultivos, sino también la siembra de un huerto escolar, donde los estudiantes puedan observar, experimentar y aprender de manera directa. Esta interacción con el entorno realifica el aprendizaje y le da un sentido práctico y útil.
Ejemplos de aprendizaje activo según don Luis Zambrano
Don Luis Zambrano aplicó el concepto de aprender haciendo en múltiples proyectos educativos, muchos de los cuales aún hoy sirven como referentes para educadores. Uno de los ejemplos más destacados es el trabajo con jóvenes en el Colegio Andes, donde se implementaron proyectos comunitarios enfocados en la construcción de viviendas, el cuidado del medio ambiente y la promoción de la salud.
En estos proyectos, los estudiantes no solo adquirían conocimientos técnicos, sino también habilidades como la planificación, la organización, la toma de decisiones y el trabajo colaborativo. Por ejemplo, en un proyecto de construcción, los estudiantes aprendían sobre arquitectura, geometría, física y gestión de proyectos, pero también sobre responsabilidad social, liderazgo y ética laboral.
Otro ejemplo es el uso de la educación popular en comunidades rurales, donde los educadores no solo enseñaban a leer y escribir, sino que también formaban líderes comunitarios capaces de identificar problemas y proponer soluciones. Esto refleja cómo el aprendizaje activo no solo transforma al individuo, sino también a la sociedad.
El concepto de la educación como transformación social
Para don Luis Zambrano, la educación no es un fin en sí misma, sino un medio para transformar la sociedad. A través del aprender haciendo, el educador busca formar ciudadanos comprometidos, críticos y capaces de construir un futuro mejor. Este enfoque se basa en la idea de que el conocimiento debe servir para resolver problemas reales y mejorar las condiciones de vida de las personas.
Un ejemplo práctico de este concepto es el desarrollo de proyectos escolares que aborden temas como el acceso al agua potable, la gestión de residuos o el apoyo a familias en situación de vulnerabilidad. En estos casos, los estudiantes no solo aprenden sobre estos temas, sino que también participan activamente en la búsqueda de soluciones, lo que les permite comprender la importancia de su rol en la sociedad.
Este enfoque también implica que la educación debe estar al servicio de la justicia social. Según Zambrano, no es suficiente enseñar a los más privilegiados; es necesario llegar a los sectores más excluidos y brindarles oportunidades de aprendizaje que les permitan salir de la marginalidad. Esta visión de la educación como herramienta de transformación social es uno de los pilares del aprender haciendo.
Cinco proyectos emblemáticos de aprendizaje activo según don Luis Zambrano
- Proyectos de construcción comunitaria: Don Luis Zambrano lideró iniciativas donde los estudiantes construían casas para familias en situación de pobreza. Este proceso involucraba desde el diseño arquitectónico hasta la coordinación con proveedores y el trabajo manual.
- Educación ambiental en escuelas rurales: En comunidades rurales, se implementaron proyectos de reforestación, manejo de residuos y conservación de recursos naturales, donde los estudiantes aprendían sobre ecología mientras trabajaban directamente en el entorno.
- Proyectos escolares de salud: En colaboración con médicos y enfermeras, los estudiantes participaron en campañas de vacunación, promoción de la higiene y educación sobre enfermedades comunes.
- Aprendizaje del oficio en talleres escolares: Se crearon talleres donde los estudiantes aprendían oficios como carpintería, electricidad y agricultura, adquiriendo habilidades prácticas que les permitían insertarse laboralmente.
- Educación popular en zonas rurales: En estas comunidades, se formaron líderes comunitarios que podían identificar problemas locales y proponer soluciones, fortaleciendo la organización social y política.
El aprendizaje activo como un enfoque integral de formación
El aprendizaje activo, tal como lo concibió don Luis Zambrano, abarca no solo el desarrollo académico, sino también el desarrollo personal, social y ético del individuo. Este enfoque integra conocimientos teóricos con habilidades prácticas, valores morales y una conciencia social. A través de la participación activa en proyectos reales, el estudiante no solo adquiere conocimientos, sino que también desarrolla una identidad comprometida con su entorno.
Por ejemplo, un estudiante que participa en un proyecto comunitario de construcción no solo aprende sobre arquitectura y matemáticas, sino también sobre el trabajo en equipo, la responsabilidad y el respeto hacia los demás. Estas experiencias no solo enriquecen su formación académica, sino que también le dan sentido a su aprendizaje y le permiten aplicarlo en situaciones reales.
Además, este enfoque fomenta una educación más equitativa, ya que permite a los estudiantes de comunidades vulnerables acceder a oportunidades de aprendizaje que normalmente estarían fuera de su alcance. Al involucrar a la comunidad en el proceso educativo, se rompen las barreras entre la escuela y la sociedad, creando una red de apoyo que beneficia a todos.
¿Para qué sirve aprender haciendo según don Luis Zambrano?
Según don Luis Zambrano, el aprender haciendo tiene múltiples funciones en la formación del individuo y en la transformación social. En primer lugar, permite que el estudiante adquiera conocimientos de manera más profunda y significativa, ya que los construye a través de la experiencia directa. Esto no solo mejora su comprensión, sino que también fortalece su memoria y su capacidad para aplicar lo aprendido en contextos reales.
En segundo lugar, este enfoque fomenta el desarrollo de habilidades como el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la resolución de problemas y el pensamiento crítico. Estas competencias son esenciales para el éxito en el ámbito laboral y en la vida personal. Un estudiante que ha participado en proyectos comunitarios, por ejemplo, no solo aprende sobre administración o ingeniería, sino que también desarrolla una mentalidad de liderazgo y compromiso social.
Por último, el aprender haciendo tiene un impacto positivo en la sociedad. Al educar a ciudadanos comprometidos con su entorno, se fomenta la solidaridad, la justicia y la participación activa en la vida comunitaria. Esto refleja una visión de la educación como motor de cambio social, donde el conocimiento no se limita a la aula, sino que se extiende a la vida real y al bienestar colectivo.
El aprendizaje práctico como filosofía de vida
Para don Luis Zambrano, el aprender haciendo no es solo una metodología educativa, sino una filosofía de vida que se aplica a todos los aspectos de la existencia. Esta filosofía se basa en la idea de que la vida es un proceso continuo de aprendizaje, donde cada experiencia, éxito o fracaso aporta conocimientos valiosos. Según Zambrano, no hay una única manera de aprender; lo importante es estar dispuesto a experimentar, a equivocarse y a seguir adelante.
Este enfoque también se refleja en la manera en que Zambrano concebía su propio trabajo como educador. No se limitaba a dar clases en aulas tradicionales, sino que salía a la calle, a las comunidades, a los campos, para encontrar nuevas formas de enseñar y aprender. Esta actitud de constante exploración y experimentación le permitió adaptar sus métodos a las necesidades reales de los estudiantes y de la sociedad.
Además, el aprender haciendo implica una actitud ética de responsabilidad y compromiso. Para Zambrano, aprender no es solo adquirir conocimientos, sino también asumir la responsabilidad de aplicarlos de manera justa y equitativa. Esta visión de la educación como una herramienta de transformación social es uno de los aspectos más destacados de su filosofía.
La influencia del contexto social en el aprendizaje activo
El contexto social desempeña un papel fundamental en el aprender haciendo según don Luis Zambrano. Para él, el entorno en el que se desarrolla el proceso educativo no es un mero escenario, sino un actor activo que influye directamente en la forma y el contenido del aprendizaje. Esto significa que el docente debe conocer a fondo las necesidades, las expectativas y los problemas reales de la comunidad para poder diseñar proyectos educativos significativos.
Por ejemplo, en una comunidad rural afectada por la deforestación, el aprendizaje no solo debe incluir conocimientos teóricos sobre ecología, sino también acciones concretas como la reforestación de áreas afectadas, el control de incendios forestales y la promoción de alternativas económicas sostenibles. Estos proyectos no solo educan a los estudiantes, sino que también transforman el entorno en el que viven.
Este enfoque contextualizado del aprendizaje activo permite que los estudiantes vean un sentido práctico a lo que aprenden, lo que aumenta su motivación y compromiso con el proceso educativo. Al mismo tiempo, se fomenta una educación más equitativa, ya que se atienden las necesidades específicas de las comunidades más vulnerables.
El significado de aprender haciendo según don Luis Zambrano
El aprender haciendo según don Luis Zambrano es mucho más que una simple estrategia pedagógica; es un estilo de vida basado en la acción, la reflexión y el compromiso con la sociedad. Este enfoque se basa en tres pilares fundamentales: la participación activa del estudiante, la conexión con el entorno real y la formación ética y social. Estos pilares son los que le dan forma al proceso de aprendizaje y lo convierten en una herramienta poderosa para el desarrollo personal y colectivo.
En primer lugar, la participación activa implica que el estudiante no sea un mero espectador, sino un actor que se involucra directamente en el proceso de aprendizaje. Esto se logra a través de proyectos reales, donde los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar lo que aprenden y de enfrentar desafíos concretos. En segundo lugar, la conexión con el entorno real asegura que el aprendizaje tenga un sentido práctico y que los conocimientos adquiridos sean útiles para resolver problemas reales. Finalmente, la formación ética y social busca que los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que también desarrollen valores como la solidaridad, la justicia y el respeto.
Estos tres pilares son interdependientes y se refuerzan mutuamente. La participación activa se enriquece con la conexión con el entorno real, y ambos se sustentan en una formación ética que da sentido al aprendizaje. Juntos, forman una visión integral de la educación que no solo busca formar profesionales, sino también ciudadanos comprometidos con su sociedad.
¿Cuál es el origen del concepto de aprender haciendo en la obra de don Luis Zambrano?
El concepto de aprender haciendo en la obra de don Luis Zambrano tiene sus raíces en la filosofía del educador estadounidense John Dewey, quien promovía el aprendizaje experiencial como una forma de educación más efectiva. Sin embargo, Zambrano no solo adoptó esta idea; la adaptó y enriqueció con su propia visión de la educación como herramienta de transformación social. Su trabajo en el Colegio Andes y en proyectos comunitarios fue fundamental para el desarrollo de este enfoque.
Desde los años 50, Zambrano comenzó a experimentar con métodos educativos que involucraban a los estudiantes en proyectos reales. Esta experiencia le permitió ver cómo el aprendizaje basado en la acción no solo mejoraba los resultados académicos, sino también el desarrollo personal y social de los estudiantes. A lo largo de su vida, Zambrano continuó perfeccionando esta metodología, adaptándola a diferentes contextos y necesidades.
A diferencia de otras corrientes educativas que se enfocan exclusivamente en la teoría o en la técnica, el aprender haciendo de Zambrano busca un equilibrio entre el conocimiento académico, las habilidades prácticas y los valores éticos. Esta combinación lo convierte en un enfoque único que no solo forma profesionales, sino también ciudadanos comprometidos con su entorno.
El aprendizaje práctico como filosofía educativa
El aprender haciendo no es solo una metodología, sino una filosofía educativa que rechaza los enfoques pasivos y memorísticos. Para don Luis Zambrano, la educación debe ser un proceso dinámico, participativo y significativo. Esta filosofía se basa en la idea de que el conocimiento no se adquiere solo a través de la escuela, sino también a través de la experiencia de vida, del trabajo y de la interacción con el entorno.
Esta filosofía también se refleja en la forma en que Zambrano concebía el rol del docente. Para él, el docente no era un transmisor de conocimientos, sino un guía que acompañaba al estudiante en su proceso de aprendizaje. Este enfoque no solo empodera al estudiante, sino que también humaniza la relación educativa, convirtiéndola en una experiencia más cercana y significativa.
Además, esta filosofía educativa busca romper con las estructuras tradicionales de la educación, donde el éxito se mide únicamente por las calificaciones o los títulos obtenidos. En lugar de eso, Zambrano proponía un modelo de evaluación basado en la participación, la reflexión y la contribución social del estudiante. Este enfoque no solo mide lo que el estudiante sabe, sino también cómo aplica lo que sabe en la vida real.
¿Cómo se aplica el aprender haciendo en la práctica?
El aprender haciendo se aplica en la práctica a través de proyectos educativos que involucran a los estudiantes en la resolución de problemas reales. Estos proyectos deben cumplir con ciertos requisitos: deben ser significativos para los estudiantes, deben estar relacionados con su entorno, deben involucrar a la comunidad y deben permitir la aplicación de conocimientos teóricos en situaciones prácticas.
Por ejemplo, un proyecto escolar sobre nutrición puede incluir la investigación de hábitos alimenticios en la comunidad, la elaboración de un menú saludable y la implementación de un comedor escolar. En este proceso, los estudiantes no solo aprenden sobre nutrición, sino también sobre gestión de proyectos, trabajo en equipo y responsabilidad social.
Otro ejemplo es el uso de la tecnología para resolver problemas locales. Un grupo de estudiantes puede desarrollar una aplicación para reportar puntos de contaminación en su ciudad, lo que implica aprender sobre programación, diseño gráfico y gestión de datos. Este tipo de proyectos no solo fomenta el aprendizaje activo, sino que también desarrolla habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración.
Cómo usar el aprender haciendo y ejemplos de su implementación
El aprender haciendo puede implementarse de diversas formas en el aula y en la vida comunitaria. Para que sea efectivo, es importante seguir algunos pasos básicos:
- Identificar un problema real: El proyecto debe abordar una necesidad concreta de la comunidad o del entorno escolar.
- Planificar la acción: Se debe diseñar un plan de trabajo que incluya objetivos, actividades, recursos necesarios y un cronograma.
- Involucrar a los estudiantes: Los estudiantes deben participar activamente en todas las etapas del proyecto, desde la planificación hasta la evaluación.
- Reflexionar sobre el proceso: Al finalizar el proyecto, se debe dedicar tiempo para reflexionar sobre lo aprendido, los desafíos enfrentados y las soluciones encontradas.
- Compartir los resultados: Los estudiantes deben presentar los resultados de su trabajo a la comunidad, lo que fortalece su sentido de pertenencia y compromiso.
Un ejemplo práctico es un proyecto escolar sobre el uso sostenible de los recursos naturales. Los estudiantes pueden investigar sobre el consumo de agua en su escuela, diseñar estrategias para reducir el desperdicio y implementar sistemas de recolección de agua de lluvia. Este tipo de proyectos no solo permite el aprendizaje de conocimientos técnicos, sino también el desarrollo de habilidades como la toma de decisiones, la planificación y la comunicación efectiva.
El impacto del aprender haciendo en la formación de líderes
Uno de los aspectos más destacados del aprender haciendo según don Luis Zambrano es su capacidad para formar líderes comprometidos con su comunidad. A través de la participación en proyectos reales, los estudiantes no solo adquieren conocimientos técnicos, sino también habilidades de liderazgo, como la toma de decisiones, la organización, la comunicación y la resolución de conflictos.
Por ejemplo, un estudiante que participa en un proyecto de construcción comunitaria no solo aprende sobre arquitectura o ingeniería, sino que también desarrolla una mentalidad de liderazgo, al coordinar el trabajo de su equipo, gestionar recursos y tomar decisiones en equipo. Estas experiencias le preparan para asumir responsabilidades en su comunidad y en su vida profesional.
Además, el aprender haciendo fomenta una visión crítica de la sociedad, lo que permite a los estudiantes identificar problemas y proponer soluciones. Esto no solo los convierte en líderes más efectivos, sino también en ciudadanos más conscientes y comprometidos con su entorno.
El legado de don Luis Zambrano y el futuro del aprender haciendo
El legado de don Luis Zambrano en la educación colombiana y latinoamericana es indiscutible. Su enfoque del aprender haciendo no solo transformó la educación formal, sino también la educación popular, la formación de líderes y la participación ciudadana. Hoy en día, sus ideas siguen siendo relevantes, especialmente en un mundo donde la educación debe ser más flexible, inclusiva y orientada a la acción.
En el futuro, el aprender haciendo podría adoptar nuevas formas con la integración de la tecnología, el aprendizaje híbrido y la educación basada en proyectos. Sin embargo, el núcleo de este enfoque seguirá siendo el mismo: aprender a través de la experiencia, la participación activa y el compromiso con la sociedad.
Para que este legado perdure, es fundamental que los educadores continúen innovando y adaptando las ideas de Zambrano a las necesidades cambiantes de la sociedad. Solo así podremos construir un sistema educativo más justo, inclusivo y transformador.
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