Cuando se trata de elegir entre dos consolas de videojuegos de la misma generación, como la Xbox One y la PlayStation 4, una de las primeras preguntas que surge es cuál de las dos resulta más costosa. Aunque ambas consolas tienen precios similares al momento de su lanzamiento, existen factores como el modelo, la región, las ofertas promocionales y la edad del producto que pueden influir en su precio actual. En este artículo, profundizaremos en los costos de ambas consolas, analizando su evolución, modelos disponibles y qué opciones son más económicas en el mercado actual.
¿Qué consola es más cara, la Xbox One o la PlayStation 4?
La comparación entre los precios de la Xbox One y la PlayStation 4 no es tan simple como parece. En su lanzamiento en 2013, ambas consolas tenían precios muy similares: la Xbox One S y la PlayStation 4 Pro se ubicaban alrededor de los 399 euros o dólares, dependiendo del modelo y la región. Sin embargo, con el tiempo, y con la llegada de versiones más económicas, como la Xbox One S All-Digital y la PlayStation 4 Slim, los precios comenzaron a variar más significativamente.
En el mercado de segunda mano o en tiendas de descuentos, es común encontrar que la PlayStation 4 tiene un valor residual más bajo que la Xbox One. Esto se debe en parte a la mayor cantidad de consolas PlayStation vendidas, lo que ha saturado el mercado de unidades usadas. Por otro lado, la Xbox One S y la Xbox One X han mantenido mejor su valor, especialmente en regiones donde Microsoft ha invertido más en promociones y actualizaciones de software.
Diferencias en precios entre generaciones y modelos
No todas las Xbox One son iguales, ni todas las PlayStation 4 lo son. La Xbox One ha tenido varios modelos a lo largo de los años: la Xbox One original, la Xbox One S y la Xbox One X. Cada una tiene capacidades distintas y precios diferentes. Por ejemplo, la Xbox One X, lanzada en 2017, es la más potente y costosa de la serie, con un precio inicial de 499 euros. En cambio, la Xbox One S, que es más económica y compacta, costaba 299 euros al salir al mercado.
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Por su parte, la PlayStation 4 también tuvo tres modelos principales: la PlayStation 4 original, la PlayStation 4 Slim (2016) y la PlayStation 4 Pro (2016). La PlayStation 4 Pro, al igual que la Xbox One X, ofrecía gráficos 4K y mayor potencia, pero su precio inicial fue ligeramente más bajo que el de la Xbox One X. En la actualidad, los modelos básicos de ambas consolas, como la Xbox One S y la PlayStation 4 Slim, suelen estar en rangos similares, aunque con variaciones según el lugar y el estado del producto.
Consideraciones regionales y promociones especiales
El precio de una consola puede variar significativamente según el país en el que se compre. Por ejemplo, en Europa, el IVA suele incluirse en el precio final, mientras que en Estados Unidos, los impuestos varían según el estado. Esto puede hacer que una Xbox One sea más cara en un país que en otro, o viceversa para la PlayStation 4. Además, en regiones como Latinoamérica, los precios suelen ser más altos debido a impuestos, costos de importación y transporte.
Otro factor que influye es la existencia de promociones y ofertas especiales. Tanto Microsoft como Sony suelen lanzar descuentos en fechas clave como Navidad, Black Friday o Cyber Monday. Estas ofertas pueden hacer que una consola que normalmente cuesta más termine siendo más accesible que su competidora. Por ejemplo, en 2021, varias plataformas ofrecieron la PlayStation 4 Slim por menos de 150 euros, un precio que no era común en la Xbox One en el mismo periodo.
Ejemplos de precios actuales en el mercado
Para entender mejor qué consola es más cara actualmente, podemos echar un vistazo a los precios en algunas plataformas digitales y tiendas físicas. En 2024, un modelo básico como la Xbox One S se encuentra en promedio entre los 120 y 150 euros en Europa, mientras que la PlayStation 4 Slim puede encontrarse entre los 100 y 130 euros. Si consideramos modelos más potentes, como la Xbox One X y la PlayStation 4 Pro, los precios oscilan entre los 180 y 220 euros, dependiendo del estado del producto.
En Amazon, por ejemplo, es común ver ofertas en las que ambas consolas están en el mismo rango de precios, pero con variaciones según el vendedor. Además, en algunos casos, se incluyen accesorios como mandos, códigos de juegos o incluso una suscripción a Xbox Game Pass o PlayStation Plus, lo que puede hacer que una consola parezca más cara, aunque en realidad esté ofreciendo más valor.
Factores que influyen en el costo final
El precio final de una consola no depende únicamente del modelo, sino de una serie de factores que pueden hacer que una opción termine siendo más cara que la otra. Entre estos factores se incluyen:
- Edad del producto: Las consolas más antiguas suelen tener un valor residual menor.
- Estado del producto: Las consolas usadas o reacondicionadas cuestan menos que las nuevas.
- Accesorios incluidos: Algunos vendedores ofrecen paquetes con mandos adicionales o códigos de juegos.
- Promociones y ofertas: Las temporadas de descuentos pueden reducir significativamente el precio.
- Región y moneda: Los precios varían según el país y la moneda local.
Por ejemplo, una PlayStation 4 usada en buen estado puede costar menos que una Xbox One reacondicionada, pero si la Xbox One viene con un mando adicional, podría terminar siendo una mejor oferta a pesar del precio más alto.
Comparativa de precios entre modelos básicos y avanzados
A continuación, presentamos una comparativa general de los precios entre modelos básicos y avanzados de ambas consolas, basados en datos recientes de 2024:
| Consola | Precio nuevo (2024) | Precio usado (2024) | Notas |
|——————–|———————|———————|——-|
| Xbox One S | 140 – 160 € | 90 – 120 € | Edición básica |
| Xbox One X | 200 – 220 € | 150 – 180 € | Más potente |
| PlayStation 4 Slim | 110 – 130 € | 80 – 100 € | Versión económica |
| PlayStation 4 Pro | 170 – 190 € | 130 – 150 € | Versión 4K |
Estos precios son aproximados y pueden variar según la región, el vendedor y las ofertas del momento. En general, la Xbox One S y la PlayStation 4 Slim son las opciones más accesibles, mientras que la Xbox One X y la PlayStation 4 Pro son las más caras, pero también las más potentes.
¿Cómo afecta la edad de la consola a su precio?
El tiempo juega un papel fundamental en el valor de una consola. Cuanto más antigua sea una consola, más probable es que su precio disminuya. Por ejemplo, la PlayStation 4, que fue lanzada en 2013, ya lleva más de una década en el mercado, lo que ha hecho que su valor de mercado sea considerablemente menor al de la Xbox One, que también fue lanzada en 2013 pero ha tenido una renovación más reciente con la Xbox One S y la Xbox One X.
Además, la transición a la próxima generación de consolas, como la Xbox Series X/S y la PlayStation 5, ha acelerado la depreciación de las consolas anteriores. En muchos casos, las consolas más antiguas se venden a precios de descuento, lo que puede hacer que una PlayStation 4 sea más barata que una Xbox One, incluso si ambas tienen el mismo año de lanzamiento.
¿Para qué sirve comparar los precios de ambas consolas?
Comparar los precios entre la Xbox One y la PlayStation 4 no solo ayuda a decidir qué consola comprar, sino que también permite evaluar qué opción ofrece mejor relación calidad-precio. Por ejemplo, si uno busca una consola para jugar a juegos en 4K, la Xbox One X y la PlayStation 4 Pro son las opciones más adecuadas, aunque ambas tienen precios elevados. Por otro lado, si lo que se busca es una consola para jugar a juegos más antiguos o con gráficos menos exigentes, entonces las versiones básicas como la Xbox One S o la PlayStation 4 Slim serían más adecuadas y económicas.
También es útil comparar precios para aprovechar ofertas, como cuando una tienda ofrece una PlayStation 4 Slim por menos de lo que cuesta una Xbox One S. En estos casos, aunque una consola sea más cara, puede terminar siendo una mejor inversión si incluye más contenido o si ofrece mejores garantías de soporte a largo plazo.
Otras formas de comparar las consolas
Además de los precios, existen otras formas de comparar las Xbox One y la PlayStation 4. Por ejemplo, se pueden analizar los juegos exclusivos, la calidad de la experiencia en línea, las opciones de streaming, el soporte para actualizaciones futuras y la compatibilidad con dispositivos móviles. Aunque estos factores no influyen directamente en el precio, sí pueden afectar la percepción del valor que ofrece cada consola.
Otra forma de comparar es considerar la durabilidad y el soporte técnico. La Xbox One, por ejemplo, ha recibido actualizaciones más frecuentes de software y ha mantenido una mejor compatibilidad con juegos más recientes, lo que puede justificar un precio ligeramente más alto. Por otro lado, la PlayStation 4 ha tenido una mayor variedad de juegos y una mejor integración con el ecosistema de Sony, lo que puede compensar un precio más bajo en algunas ocasiones.
El impacto de las suscripciones en el costo total
Un factor que no se suele tener en cuenta al comparar precios es el costo asociado a las suscripciones. Tanto Xbox Game Pass como PlayStation Plus ofrecen acceso a juegos adicionales, descuentos en la tienda y otras ventajas. Si se considera el costo mensual de estas suscripciones, el precio total de una consola puede terminar siendo más alto que el de su competidora.
Por ejemplo, el Xbox Game Pass Ultimate cuesta alrededor de 15 euros al mes, mientras que PlayStation Plus cuesta lo mismo. Si se asume que una persona se suscribe durante varios años, el costo total podría superar los 200 euros. Por lo tanto, aunque la PlayStation 4 sea más barata en el momento de la compra, el costo total podría ser mayor si se consideran estas suscripciones.
El significado del precio de una consola
El precio de una consola no solo refleja su costo de fabricación, sino también el valor que ofrece al consumidor. Una consola más cara no siempre es mejor, pero puede ofrecer más potencia, mejor calidad de imagen, mayor capacidad de almacenamiento o mayor soporte a largo plazo. Por ejemplo, la Xbox One X es más cara que la PlayStation 4 Pro, pero también ofrece gráficos 4K y una mejor experiencia de juego.
Por otro lado, una consola más barata puede ser una buena opción si lo que se busca es jugar a juegos más antiguos o si no se requiere una alta potencia gráfica. En este sentido, el precio de una consola puede ser una herramienta útil para decidir qué opción es más adecuada según las necesidades y presupuesto del usuario.
¿Cuál fue el origen del precio de la Xbox One y la PlayStation 4?
El precio inicial de ambas consolas fue determinado por una combinación de factores, como el costo de producción, la estrategia de mercado y la competencia. Cuando se lanzaron en 2013, la Xbox One y la PlayStation 4 tuvieron precios muy similares, ya que ambas compañías querían atraer a los mismos consumidores. Sin embargo, con el tiempo, y con la introducción de modelos más económicos, los precios comenzaron a diferenciarse.
Microsoft introdujo la Xbox One S en 2016 como una alternativa más barata a la Xbox One original, mientras que Sony lanzó la PlayStation 4 Slim al mismo tiempo. Ambos modelos tenían precios ligeramente inferiores, pero seguían ofreciendo una buena experiencia de juego. A medida que se acercaba el lanzamiento de las consolas de nueva generación, los precios de las viejas consolas comenzaron a bajar para incentivar a los usuarios a actualizar.
Otras formas de evaluar el valor de las consolas
Además de los precios, existen otras formas de evaluar el valor de una consola. Por ejemplo, se puede considerar la cantidad y calidad de los juegos disponibles, la facilidad de uso, la integración con dispositivos móviles y la comunidad de jugadores. Una consola puede ser más cara, pero ofrecer una mejor experiencia en línea o una mayor variedad de títulos, lo que puede justificar su costo.
También es importante considerar la durabilidad de la consola. Una consola más cara puede tener una mayor vida útil, lo que la hace más rentable a largo plazo. Por ejemplo, la Xbox One X ha mantenido su relevancia incluso con el lanzamiento de la Xbox Series X/S, mientras que la PlayStation 4 ha estado más tiempo en el mercado, lo que puede hacer que su precio sea más competitivo en el mercado de segunda mano.
¿Qué implica el precio de una consola en la decisión de compra?
El precio de una consola puede ser un factor determinante en la decisión de compra, pero no es el único. Para muchas personas, el precio es el primer filtro que usan para elegir entre una Xbox One y una PlayStation 4. Si una consola es más cara, pero ofrece mejor rendimiento, más juegos o mayor soporte, podría ser una mejor inversión a largo plazo.
Por otro lado, si el presupuesto es limitado, una consola más barata puede ser una mejor opción, especialmente si no se requiere una alta potencia gráfica. En este caso, el precio es el factor más importante, y se prioriza la relación calidad-precio sobre otros aspectos.
Cómo usar los precios para tomar una decisión informada
Para tomar una decisión informada, es útil comparar los precios de ambas consolas en diferentes plataformas y considerar otros factores como los juegos disponibles, la calidad del hardware y la experiencia en línea. Por ejemplo, si una PlayStation 4 está más barata en una tienda online, pero no tiene soporte para ciertos juegos que uno quiere jugar, podría no ser la mejor opción.
También es recomendable leer reseñas y comparativas de usuarios reales, ya que pueden ofrecer información valiosa sobre la calidad de la consola y la experiencia de uso. Además, es importante considerar el soporte técnico y la garantía ofrecida por el vendedor, ya que esto puede influir en la percepción del valor del producto.
El impacto de las ofertas en el mercado de consolas usadas
El mercado de consolas usadas también juega un papel importante en la comparación de precios. En este mercado, es común encontrar que las consolas más antiguas tengan precios muy bajos, lo que puede hacer que una PlayStation 4 sea más barata que una Xbox One, incluso si ambas tienen el mismo año de lanzamiento. Esto se debe en parte a la mayor cantidad de PlayStation 4 vendidas, lo que ha saturado el mercado de unidades usadas.
Además, en el mercado de consolas usadas, el estado del producto es un factor clave. Una Xbox One en buen estado puede costar más que una PlayStation 4 con marcas de uso, pero que está funcional. Por lo tanto, al comprar una consola usada, es importante evaluar no solo el precio, sino también el estado del producto y el soporte técnico ofrecido por el vendedor.
Consideraciones finales sobre el precio de las consolas
En conclusión, comparar los precios entre la Xbox One y la PlayStation 4 no es una tarea sencilla, ya que depende de muchos factores como el modelo, la región, el estado del producto y las ofertas disponibles. Ambas consolas tienen precios similares en sus versiones más básicas, pero pueden variar significativamente según el modelo y el lugar donde se compren. Además, el precio no es el único factor a considerar, ya que también es importante evaluar la calidad del hardware, la cantidad de juegos disponibles y el soporte técnico ofrecido.
En última instancia, la mejor opción dependerá de las necesidades y el presupuesto de cada usuario. Si se busca una consola más potente, la Xbox One X o la PlayStation 4 Pro pueden ser buenas opciones, pero si lo que se busca es un producto más económico, las versiones básicas de ambas consolas ofrecen una buena relación calidad-precio. Lo más importante es hacer una comparación completa antes de tomar una decisión de compra.
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