Que es pertussis en medicina

Que es pertussis en medicina

En el ámbito de la medicina, uno de los términos que se menciona con frecuencia es que es pertussis en medicina. Este nombre, aunque pueda sonar poco común, está directamente relacionado con una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al sistema respiratorio. Para entender su importancia, es necesario desglosar qué significa este término, cómo se transmite, sus síntomas y su tratamiento. En este artículo profundizaremos en todo lo relacionado con la pertussis, también conocida como tos convulsiva, ofreciendo una visión completa, desde su definición hasta sus implicaciones clínicas.

¿Qué es la pertussis en medicina?

La pertussis, o tos convulsiva, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria *Bordetella pertussis*. Esta bacteria se transmite fácilmente de persona a persona mediante gotitas respiratorias al toser o estornudar. Es una infección altamente contagiosa, que afecta principalmente a los niños, aunque también puede ocurrir en adultos, especialmente en quienes no han sido vacunados o cuya inmunidad ha disminuido con el tiempo.

El periodo de incubación suele ser de 7 a 10 días, y los síntomas iniciales pueden parecerse a los de un resfriado común, como congestión nasal, tos leve y fiebre baja. Sin embargo, con el tiempo, la tos se vuelve más intensa, caracterizada por accesos violentos seguidos de un sonido de inhalación agudo (el famoso whoop) y, en algunos casos, vómitos. En bebés, puede ser especialmente peligrosa, ya que no siempre presentan el sonido característico, pero sí pueden sufrir apneas o incluso muerte súbita.

Causas y mecanismos de transmisión de la pertussis

La pertussis se transmite por vía aérea, cuando una persona infectada tose o estornuda, liberando partículas con la bacteria *Bordetella pertussis*. Estas partículas pueden ser inhaladas por personas cercanas, quienes, al no tener inmunidad, pueden contraer la enfermedad. La transmisibilidad es alta, especialmente en los primeros tres a cinco días de los síntomas, aunque puede persistir hasta que la tos disminuya, lo que puede durar semanas.

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Esta bacteria produce toxinas que dañan las vías respiratorias, causando inflamación y una respuesta inmunitaria exagerada, lo que lleva a los accesos de tos característicos. Aunque el cuerpo puede combatir la infección con el tiempo, es común que se requiera tratamiento antibiótico para acortar la duración de los síntomas y reducir la transmisión a otras personas.

Diferencias entre pertussis y otras infecciones respiratorias

Es fundamental diferenciar la pertussis de otras infecciones respiratorias, como la tos ferina o la neumonía. Mientras que la tos ferina también produce tos intensa, es causada por virus y no por *Bordetella pertussis*. Por otro lado, la neumonía puede presentar síntomas similares, como tos con flema, pero generalmente está acompañada de fiebre alta y dificultad respiratoria. La pertussis, en cambio, es conocida por sus accesos de tos seguidos de un sonido de aspiración, que no se presenta en otras infecciones respiratorias.

Además, la pertussis tiene un curso prolongado, con tos que puede durar de 6 a 10 semanas, incluso después de haber iniciado el tratamiento. Esto la distingue claramente de infecciones de corta duración, como el resfriado común.

Ejemplos de casos clínicos de pertussis

Un ejemplo clínico típico de pertussis es el de un niño de 1 año que comienza con tos leve y congestión nasal. A medida que pasa la semana, la tos se vuelve más intensa, y el niño presenta episodios de tos seguidos de un sonido de aspiración y vómitos. En este caso, el diagnóstico se confirma mediante una prueba de laboratorio que detecta la presencia de *Bordetella pertussis* en una muestra de secreción respiratoria. El tratamiento incluye antibióticos como la eritromicina o la azitromicina, además de medidas de soporte como hidratación y descanso.

Otro ejemplo es el de una mujer adulta no vacunada que comienza a presentar tos persistente tras estar en contacto con un familiar infectado. Aunque inicialmente se le atribuye a un resfriado, la tos persiste por semanas, lo que lleva a un diagnóstico de pertussis en adultos. En este caso, el tratamiento antibiótico ayuda a reducir la gravedad de los síntomas y a evitar la transmisión a otros.

El concepto de inmunidad y vacunación frente a la pertussis

La prevención de la pertussis está estrechamente ligada a la vacunación. La vacuna contra la tos convulsiva es parte del calendario vacunal universal y se administra en combinación con otras vacunas, como la de difteria y tétanos (DTP o DPaT). En los niños, se recomienda una serie de tres dosis entre los 2, 4 y 6 meses, con una dosis de refuerzo a los 15-18 meses y otra a los 4-6 años. En adultos, se recomienda una dosis de refuerzo (Tdap) para proteger tanto al individuo como a los bebés que entran en contacto con ellos.

La efectividad de la vacuna es alta, pero no total. Esto significa que, aunque vacunado, una persona puede contraer la pertussis en ciertas circunstancias, especialmente si la inmunidad ha disminuido con el tiempo. Por esta razón, mantener actualizado el calendario de vacunación es esencial para prevenir brotes en comunidades y proteger a los más vulnerables, como los recién nacidos.

Recopilación de síntomas de la pertussis

Los síntomas de la pertussis pueden variar según la edad del paciente, pero suelen incluir:

  • Tos persistente: Que puede durar semanas o incluso meses.
  • Accesos de tos seguidos de un whoop: Un sonido característico al inhalar.
  • Vómitos tras toser: Común en niños y bebés.
  • Congestión nasal: En etapas iniciales, similar a un resfriado.
  • Fiebre leve: Aunque no siempre está presente.
  • Fatiga: Debido a la intensidad de los accesos de tos.

En bebés menores de 6 meses, los síntomas pueden ser más graves y no incluir el sonido característico. En estos casos, la pertussis puede presentarse con apneas, cianosis (coloración azulada de la piel) y dificultad respiratoria, lo cual requiere atención médica inmediata.

Diagnóstico y detección de la pertussis

El diagnóstico de la pertussis se basa en una combinación de síntomas clínicos y pruebas de laboratorio. En etapas tempranas, cuando los síntomas son similares a los de un resfriado, puede ser difícil diagnosticarla. Sin embargo, al aparecer los accesos de tos característicos, se puede sospechar de pertussis.

Las pruebas más utilizadas incluyen:

  • PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Detecta el ADN de *Bordetella pertussis* en muestras nasofaríngeas.
  • Cultivo bacteriológico: Aunque menos común, se utiliza para confirmar el diagnóstico.
  • Pruebas serológicas: Detectan anticuerpos contra la bacteria en sangre, útiles en casos donde la PCR no es concluyente.

El diagnóstico temprano es clave para iniciar el tratamiento antibiótico lo antes posible y reducir la transmisión a otros.

¿Para qué sirve el diagnóstico temprano de la pertussis?

El diagnóstico temprano de la pertussis permite comenzar un tratamiento antibiótico en las primeras etapas de la enfermedad. Esto no solo ayuda a reducir la gravedad de los síntomas, sino que también disminuye el riesgo de complicaciones graves, especialmente en bebés y adultos mayores. Además, el diagnóstico oportuno permite aislar al paciente y evitar la transmisión a otras personas, lo cual es especialmente importante en entornos escolares o en familias con bebés.

En los casos de bebés, el diagnóstico temprano puede ser salvador, ya que la pertussis puede causar apnea, neumonía o incluso muerte si no se trata a tiempo. Por otro lado, en adultos, aunque la enfermedad puede ser menos grave, el tratamiento antibiótico ayuda a acortar el periodo de contagio y aliviar los síntomas.

Consecuencias de no tratar la pertussis

No tratar la pertussis puede llevar a complicaciones graves, especialmente en bebés y personas con sistemas inmunes debilitados. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

  • Neumonía: Debido a la debilidad del sistema respiratorio.
  • Apnea: En bebés, puede resultar en una parada respiratoria.
  • Convulsiones: En casos raros, especialmente en niños muy pequeños.
  • Deshidratación: Por los vómitos frecuentes tras los accesos de tos.
  • Estrés emocional y físico: Para el paciente y la familia, debido a la duración prolongada de los síntomas.

En adultos, aunque menos grave, la enfermedad puede llevar a fatiga extrema, pérdida de trabajo y afectación en la calidad de vida. Por ello, es fundamental buscar atención médica al presentar síntomas sospechosos.

Tratamiento de la tos convulsiva

El tratamiento de la pertussis incluye el uso de antibióticos, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Los antibióticos más utilizados son:

  • Eritromicina
  • Azitromicina
  • Clarithromicina
  • Trimetoprim-sulfametoxazol (Bactrim)

El objetivo del tratamiento no es siempre curar la enfermedad, ya que la tos puede persistir incluso después de haber tomado antibióticos, pero sí reducir la gravedad de los síntomas y prevenir la transmisión a otros. Además del tratamiento antibiótico, se recomienda:

  • Hidratación adecuada
  • Descanso
  • Uso de humidificadores para aliviar la tos
  • Medicamentos para el alivio temporal de la tos, aunque no están garantizados en todos los casos

En bebés y niños menores, el manejo puede requerir hospitalización en casos graves.

Significado clínico de la pertussis

La pertussis no es solo una enfermedad respiratoria más, sino una infección que puede tener implicaciones serias, especialmente en poblaciones vulnerables. Su diagnóstico y tratamiento oportuno son esenciales para evitar complicaciones. Además, desde un punto de vista epidemiológico, la pertussis sigue siendo un problema de salud pública, incluso en países desarrollados, debido a la disminución de la cobertura vacunal en ciertos grupos.

El impacto social también es considerable. La enfermedad puede llevar a ausentismo escolar o laboral, además de generar preocupación en las familias, especialmente cuando se afecta a un bebé. Por ello, es fundamental mantener actualizados los programas de vacunación y promover la conciencia sobre la importancia de la inmunidad colectiva.

¿De dónde viene el término pertussis?

El término pertussis tiene su origen en el latín y se compone de dos partes: per (que significa por completo) y tussis (que significa tos). Así, pertussis se traduce como una tos completa, lo cual describe fielmente los síntomas de la enfermedad: una tos intensa y persistente que puede durar semanas o incluso meses.

Este nombre fue acuñado por el médico francés Louis de Bourgogne en el siglo XVII, quien observó la gravedad de la enfermedad y decidió darle un nombre que reflejara su naturaleza. Con el tiempo, el término se ha mantenido en uso tanto en el ámbito médico como científico, aunque en la práctica clínica se suele referirse a la enfermedad como tos convulsiva.

Síntomas alternativos de la tos convulsiva

Aunque los síntomas clásicos de la pertussis son conocidos, existen formas atípicas de la enfermedad que pueden dificultar el diagnóstico. En adultos y adolescentes, los síntomas pueden ser menos evidentes y más similares a los de una tos crónica. Algunos síntomas alternativos incluyen:

  • Tos seca y persistente sin el sonido característico
  • Fatiga y debilidad general
  • Dolor de cabeza
  • Dolor torácico
  • Incapacidad para respirar profundamente

En estos casos, el diagnóstico puede retrasarse, ya que los pacientes pueden no asociar la tos con una infección bacteriana. Por eso, es importante que ante una tos persistente, especialmente si hay antecedentes de contacto con una persona infectada, se realice una evaluación clínica completa.

Vacunación y prevención de la tos convulsiva

La vacunación es el mejor medio de prevención contra la pertussis. En los niños, la vacuna combinada DTP (difteria, tétanos y pertussis) se administra desde los 2 meses de edad, con dosis de refuerzo a los 15-18 meses y a los 4-6 años. En adultos, se recomienda la vacuna Tdap, especialmente a las mujeres embarazadas, para proteger a sus bebés durante los primeros meses de vida.

Además de la vacunación, otras medidas preventivas incluyen:

  • Lavado frecuente de manos
  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas
  • Uso de mascarillas en entornos escolares o de trabajo
  • Aislamiento de pacientes infectados durante los primeros días de los síntomas

Estas medidas, junto con la vacunación, son esenciales para reducir la transmisión de la enfermedad y proteger a las poblaciones más vulnerables.

Cómo usar el término pertussis y ejemplos de uso

El término pertussis se utiliza principalmente en contextos médicos y científicos para referirse a la enfermedad causada por *Bordetella pertussis*. Aunque en la práctica clínica se suele usar el término tos convulsiva, pertussis sigue siendo relevante en diagnósticos, estudios epidemiológicos y publicaciones científicas.

Ejemplos de uso:

  • El bebé fue diagnosticado con pertussis tras presentar tos persistente y dificultad respiratoria.
  • La pertussis sigue siendo un problema de salud pública en ciertas regiones, especialmente en zonas con baja cobertura vacunal.
  • La vacunación contra la pertussis es crucial para prevenir la transmisión entre adultos y bebés.

En textos académicos o científicos, se puede usar de forma intercambiable con tos convulsiva, dependiendo del contexto y la audiencia.

Estadísticas globales sobre la pertussis

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran alrededor de 24 millones de casos de pertussis en todo el mundo. Aunque la vacunación ha reducido significativamente el número de casos en muchos países desarrollados, en regiones con acceso limitado a la salud, la enfermedad sigue siendo un desafío.

En 2022, se estimó que la pertussis fue responsable de más de 50,000 muertes en niños menores de 5 años, principalmente en países en desarrollo. América Latina y el Caribe han mostrado una tendencia descendente en los casos gracias a programas de vacunación masivos, pero aún existen brotes esporádicos en zonas con baja cobertura.

Tendencias actuales en el tratamiento de la pertussis

En los últimos años, se han desarrollado nuevos enfoques para el tratamiento y prevención de la pertussis. Uno de los avances más significativos es la vacuna acelular contra la pertussis (aP), que contiene componentes de la bacteria sin incluir la cepa viva. Esta vacuna ha reducido los efectos secundarios en comparación con las versiones anteriores y ha mejorado la respuesta inmunitaria.

Además, se están investigando nuevas terapias antibióticas y tratamientos complementarios para aliviar los síntomas en etapas avanzadas de la enfermedad. La investigación también se centra en mejorar la vacunación en adultos, ya que los adultos no vacunados son una fuente común de infección para los bebés.