Cuando utilizamos una tarjeta de crédito en ciertos establecimientos, especialmente en hoteles, alquiler de coches o restaurantes, es posible que el comerciante realice una retención temporal de fondos en nuestra cuenta. Este proceso se conoce comúnmente como preautorización, un mecanismo utilizado por los comercios para garantizar el pago de un servicio o producto que se espera utilizar en un futuro cercano. En este artículo exploraremos a fondo qué es una preautorización, cómo funciona, cuánto tiempo permanece y qué hacer si surge un problema.
¿Qué es una preautorización en una tarjeta de crédito?
Una preautorización es una retención temporal de una cantidad específica de dinero en tu tarjeta de crédito, realizada por un comerciante antes de que el pago se convierta en definitivo. Este proceso se utiliza para garantizar que tengas fondos suficientes para cubrir una compra futura, como una estancia en un hotel o un alquiler de coche. Aunque el monto aparece como una transacción pendiente, no se cobra realmente hasta que el servicio se confirme o el establecimiento envíe el cargo final.
La preautorización es especialmente común en servicios que requieren confirmación previa o que no se pueden facturar inmediatamente. Por ejemplo, en un hotel, se preautoriza el importe estimado para garantizar que el cliente pueda pagar la estancia, aunque el cargo real se procese al finalizar la estadía.
Un dato interesante es que las preautorizaciones pueden aparecer en el extracto bancario como transacciones sin descripción clara, lo que a menudo genera confusión. A pesar de esto, no se trata de un cargo real, sino de una garantía temporal. Si no se confirma la transacción, la preautorización normalmente se elimina automáticamente al cabo de unos días.
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Cómo funciona el proceso de preautorización sin mencionar explícitamente la palabra clave
Cuando un cliente realiza una transacción en un punto de venta o por internet, el sistema del comerciante puede solicitar una retención temporal de fondos para asegurar el pago futuro de un servicio. Esta acción es posible gracias a los protocolos establecidos por las redes de pago como Visa, Mastercard o American Express. Al momento de insertar la tarjeta o hacer clic en pagar, el sistema contacta con la red de pago y solicita una autorización temporal, que se traduce en una reducción visual de los fondos disponibles en la tarjeta, aunque no se descuenta realmente.
Este mecanismo está diseñado para proteger tanto al comerciante como al cliente. Por un lado, el comerciante se asegura de que el cliente tenga capacidad para pagar, y por otro, el cliente tiene la tranquilidad de que, si no se confirma el servicio, los fondos retenciones se liberan. El proceso es rápido, casi instantáneo, y se puede realizar en cuestión de segundos, aunque los fondos no se liberen de inmediato.
Una vez que la transacción se confirma, el monto preautorizado se convierte en un cargo real en la tarjeta, y el cliente lo verá reflejado en su próximo extracto bancario. Si no se confirma, la preautorización se cancela y los fondos se devuelven a la tarjeta, aunque a veces puede tomar unos días para que se notifique el cambio.
Diferencias entre preautorización y cargo real
Una de las confusiones más frecuentes es confundir una preautorización con un cargo real en la tarjeta de crédito. Es fundamental entender que, aunque el monto aparece como si se hubiera cobrado, en realidad no se ha consumido el dinero. Solo se ha bloqueado temporalmente para garantizar un servicio futuro. Por ejemplo, si reservas una habitación de hotel y se preautoriza $200, tu saldo disponible se reduce en esa cantidad, pero no se descuenta el dinero de tu tarjeta hasta que el hotel confirme la estancia y envíe el cargo definitivo.
Por otro lado, un cargo real implica un cobro efectivo, que ya no se puede revertir una vez procesado. En el caso de una preautorización, si no se confirma el servicio, los fondos se liberan automáticamente. Si no es así, el cliente puede contactar con su banco para solicitar la liberación de la preautorización y verificar si se ha cobrado indebidamente.
Ejemplos claros de uso de preautorizaciones
Una de las situaciones más comunes donde se utiliza una preautorización es en el sector hotelero. Por ejemplo, si reservas una habitación en un hotel por tres noches, el establecimiento puede preautorizar el importe correspondiente a tres días, más impuestos y servicios adicionales. Esto asegura que, al momento de tu llegada, el hotel tenga garantizada la forma de pago.
Otro ejemplo es el alquiler de coches. Muchas compañías de alquiler de automóviles retienen una cantidad adicional, como garantía por daños, incluso si no se produce ningún incidente. Esta preautorización puede llegar a ser del doble del costo del alquiler y permanece bloqueada hasta que el vehículo sea devuelto y se confirme que no hay daños.
También es común en restaurantes con reservas anticipadas, donde se bloquea una cantidad por persona para garantizar la mesa, o en aerolíneas, donde se preautoriza el costo del billete para confirmar la reserva.
Concepto de preautorización y su importancia en la gestión de pagos
La preautorización es un concepto esencial en la gestión de transacciones financieras, especialmente en el entorno digital. Su importancia radica en que permite a los comerciantes asegurar el pago de servicios futuros sin necesidad de cobrar directamente en el momento de la transacción. Esto es especialmente útil en servicios donde no se conoce con exactitud el monto final hasta el momento de la entrega.
Además, para los usuarios, la preautorización actúa como una protección. Si un comerciante no libera los fondos correctamente, el cliente puede contactar con su banco para solicitar la reversión de la preautorización. Sin embargo, también hay riesgos, como la posibilidad de que se retenga más dinero del necesario o que los fondos no se liberen a tiempo, afectando la liquidez del usuario.
En el ámbito empresarial, las preautorizaciones también son útiles para la gestión de flujos de caja, ya que permiten planificar los cobros futuros sin comprometer el monto exacto hasta el último momento. Esta flexibilidad es especialmente valiosa en industrias con altas fluctuaciones de demanda, como el turismo o el entretenimiento.
10 ejemplos comunes de preautorizaciones en la vida cotidiana
- Reservas en hoteles: Se bloquea una cantidad por noche más impuestos.
- Alquiler de coches: Se retiene una cantidad adicional por daños.
- Restaurantes con reservas: Se preautoriza el monto por comensal.
- Eventos con entrada anticipada: Se bloquea el costo del ticket.
- Servicios de spa o masajes: Se retiene el importe del servicio.
- Clases de yoga o gimnasio: Se bloquea el costo mensual o por sesión.
- Cursos online con acceso anticipado: Se preautoriza el costo del curso.
- Servicios de streaming con prueba gratuita: Se retiene el monto de la suscripción.
- Compras por internet con pago diferido: Se bloquea el monto total.
- Servicios de lavado de coches o mantenimiento: Se retiene el costo del servicio.
Cada uno de estos ejemplos refleja cómo las preautorizaciones son una herramienta clave para garantizar que los servicios se paguen, incluso cuando el cobro definitivo no ocurre de inmediato.
Cómo se aplica la preautorización en diferentes sectores
En el sector de la hostelería, la preautorización es una práctica estándar. Muchos hoteles retienen una cantidad adicional para cubrir impuestos, servicios adicionales o daños. Esto se hace con el fin de evitar que los clientes se marchen sin pagar. En el sector de alquiler de coches, las compañías suelen retener una cantidad mayor, a veces incluso el doble del costo del alquiler, como garantía por daños o faltas de combustible.
Por otro lado, en el sector de entretenimiento, como cines o salas de juegos, es común que se preautorice el importe de la entrada o el alquiler de consolas. En el ámbito de las compras en línea, las preautorizaciones son usadas para garantizar que el cliente tenga fondos suficientes para pagar el producto al momento de la entrega. Esto es especialmente útil en compras de alto valor, donde no se puede cobrar directamente hasta que se confirme la entrega.
¿Para qué sirve la preautorización en una tarjeta de crédito?
La preautorización sirve principalmente para garantizar que el cliente tenga fondos suficientes para cubrir un servicio o producto que se espera utilizar en el futuro. Esto evita que los comerciantes enfrenten riesgos financieros por clientes que no puedan pagar al finalizar el servicio. Además, permite a los comerciantes verificar la validez de la tarjeta antes de realizar una transacción definitiva.
Por ejemplo, cuando reservas una habitación de hotel, la preautorización asegura que el cliente puede pagar la estancia completa, incluso si no se ha cobrado el importe total al momento de la reserva. También es útil para evitar fraudes, ya que si la tarjeta no tiene fondos suficientes, el sistema lo detecta antes de que se confirme la transacción.
Otra ventaja es que permite al cliente planificar mejor su gasto, ya que el monto preautorizado aparece como una transacción pendiente, lo que le da tiempo para ajustar su presupuesto antes de que se convierta en un cargo real.
Otros términos equivalentes a preautorización
También conocida como preaprobación, bloqueo temporal o reserva de fondos, la preautorización es una acción que se puede describir con distintos nombres según el contexto o el sistema financiero. En algunos casos, los bancos o comerciantes utilizan términos como reserva de crédito o verificación de fondos para referirse al mismo proceso.
Aunque estos términos pueden parecer similares, tienen matices importantes. Por ejemplo, una verificación de fondos es una comprobación del estado de la cuenta para confirmar si hay dinero disponible, mientras que una preautorización es una acción activa que bloquea temporalmente una cantidad específica. Por otro lado, un bloqueo temporal es un sinónimo directo de preautorización y se refiere al mismo proceso de retención de fondos.
El impacto de las preautorizaciones en la administración financiera personal
Las preautorizaciones pueden tener un impacto directo en la administración financiera personal, especialmente si no se entienden bien. Por ejemplo, si un cliente no se da cuenta de que una preautorización está bloqueando una cantidad de dinero, podría pensar que ha sido cobrado indebidamente. Esto puede generar estrés financiero si no hay claridad sobre cuándo se liberarán los fondos.
Por otro lado, si se manejan correctamente, las preautorizaciones pueden ser una herramienta útil para planificar gastos futuros. Por ejemplo, si sabes que una preautorización por $200 aparecerá en tu tarjeta, puedes ajustar tu presupuesto para evitar sorpresas. Además, al conocer cuánto tiempo permanece una preautorización, puedes planificar cuándo se liberarán los fondos y cuándo se convertirá en un cargo real.
Es importante revisar periódicamente los movimientos de tu tarjeta de crédito para detectar preautorizaciones no autorizadas o que no se hayan liberado correctamente.
Significado de la preautorización en el contexto financiero
La preautorización es un mecanismo financiero que permite a los comerciantes garantizar el pago de servicios o productos que se consumirán en el futuro. Desde un punto de vista financiero, actúa como una forma de seguro para el vendedor y como una herramienta de control para el comprador. Su uso está regulado por las redes de pago y por los bancos, que establecen límites en la cantidad que se puede preautorizar.
En términos técnicos, la preautorización se diferencia de un cargo real en que no implica un desembolso inmediato de fondos, sino una confirmación de que los fondos están disponibles. Esto es especialmente útil en transacciones que no se pueden procesar de inmediato, como en viajes, alquileres o servicios a largo plazo.
Desde el punto de vista del cliente, es fundamental entender cuánto tiempo dura una preautorización y qué hacer si no se libera correctamente. Si una preautorización no se cancela, puede afectar la capacidad de realizar otras transacciones o incluso generar cargos por intereses si el monto se convierte en un cargo real sin haber sido autorizado.
¿De dónde proviene el término preautorización?
El término preautorización proviene de la combinación de las palabras pre (antes) y autorización, y se refiere a la acción de obtener permiso o confirmación antes de realizar un cobro definitivo. Este concepto ha evolucionado desde los sistemas de pago tradicionales hasta las transacciones digitales actuales, donde la seguridad y la transparencia son claves.
En los inicios de los sistemas de pago electrónicos, los comerciantes necesitaban un método para garantizar que los clientes tenían fondos suficientes para pagar. La preautorización surgió como una solución para evitar fraudes y garantizar la seguridad de ambas partes. Con el tiempo, se convirtió en una práctica estándar en el sector financiero.
Hoy en día, las redes de pago como Visa y Mastercard han establecido protocolos claros para el uso de preautorizaciones, incluyendo tiempos máximos de bloqueo y límites de monto. Esto ha ayudado a crear un sistema más transparente y seguro para los usuarios.
Otras formas de garantizar pagos futuros
Además de la preautorización, existen otras formas de garantizar un pago futuro. Una de ellas es la prepago, donde el cliente paga el total del servicio por adelantado. Por ejemplo, si compras una entrada para un concierto, estás haciendo un prepago. Otra opción es el depósito, que es un pago parcial que se realiza al inicio de un servicio, con el compromiso de pagar el resto posteriormente.
También existe el seguro de cancelación, que se ofrece en algunas reservas para proteger al cliente en caso de imprevistos. Este tipo de seguro puede cubrir el importe del servicio si no se puede utilizar por motivos no controlables.
Aunque estas opciones ofrecen diferentes niveles de seguridad, la preautorización sigue siendo una de las más utilizadas por su simplicidad y rapidez. No requiere que el cliente pague de inmediato, pero sí le garantiza que tendrá los fondos disponibles cuando el servicio se confirme.
¿Qué hacer si una preautorización no se libera?
Si una preautorización no se libera correctamente, lo primero que debes hacer es revisar tu extracto bancario para confirmar que realmente se trata de una preautorización y no de un cargo real. Si el monto sigue bloqueado después de varios días, es posible que el comerciante no haya liberado los fondos.
En ese caso, lo recomendable es contactar con el comerciante para informarle que los fondos no se han liberado y pedir que lo hagan. Si no obtienes respuesta o no se resuelve el problema, debes contactar con tu banco o emisor de la tarjeta para solicitar la liberación de la preautorización. Los bancos suelen poder resolver estos casos, aunque puede llevar unos días.
Si el monto se convirtió en un cargo real sin haber sido autorizado, debes presentar una disputa formal a través de tu banco. Es importante actuar rápidamente, ya que los plazos para presentar reclamaciones suelen ser limitados.
Cómo usar una preautorización y ejemplos de su uso
Para usar una preautorización, simplemente necesitas realizar una transacción en un establecimiento que la solicite. Por ejemplo, al reservar una habitación de hotel, alquilar un coche o hacer una compra por internet. El comerciante contacta con la red de pago y solicita una autorización temporal, que se traduce en una reducción de los fondos disponibles en tu tarjeta.
Aquí tienes algunos ejemplos de uso:
- Hotel: Se bloquea el importe por noche más impuestos.
- Alquiler de coches: Se retiene una cantidad adicional por daños.
- Restaurantes con reservas: Se preautoriza el costo por comensal.
- Servicios de streaming: Se bloquea el monto de la suscripción.
- Eventos con entradas anticipadas: Se autoriza el costo del ticket.
Es importante revisar tu extracto para asegurarte de que las preautorizaciones se liberan correctamente y no se conviertan en cargos no autorizados.
Cómo evitar problemas con preautorizaciones
Para evitar problemas con las preautorizaciones, es fundamental conocer cómo funcionan y qué hacer si surgen complicaciones. Primero, revisa periódicamente tus movimientos para detectar transacciones no autorizadas o que no se hayan liberado correctamente. Si ves una preautorización que no recuerdas haber realizado, contacta con tu banco de inmediato.
También es útil preguntar al comerciante sobre el proceso de preautorización antes de realizar una transacción. Pregúntale cuánto tiempo permanecerá bloqueado el monto y qué pasará si no se confirma el servicio. Esto te ayudará a entender mejor el proceso y a evitar sorpresas.
Otra buena práctica es gestionar tu presupuesto considerando las preautorizaciones como gastos pendientes. Esto te permite planificar mejor tus gastos y evitar que una preautorización inesperada afecte tu capacidad de pago.
Consejos para manejar preautorizaciones con responsabilidad
- Revisa tus movimientos regularmente: Asegúrate de que todas las transacciones son reconocibles y que no hay preautorizaciones no autorizadas.
- Pregunta antes de autorizar: Siempre pregunta al comerciante sobre el proceso de preautorización, cuánto tiempo dura y qué monto se bloqueará.
- Guarda los recibos o confirmaciones: Esto puede ser útil si surgen problemas o si necesitas realizar una disputa.
- Actúa con rapidez si hay problemas: Si una preautorización no se libera, contacta con el comerciante y, si es necesario, con tu banco.
- Planifica tus gastos: Considera las preautorizaciones como gastos pendientes y ajusta tu presupuesto en consecuencia.
Estos consejos te ayudarán a manejar las preautorizaciones con responsabilidad y a evitar problemas financieros innecesarios.
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